La logopedia es una disciplina sanitaria especializada en la prevención, evaluación, diagnóstico e intervención terapéutica de las alteraciones que afectan a la comunicación, el habla, el lenguaje oral y escrito, la voz, la audición y las funciones orofaciales y deglutorias. Su campo de actuación abarca tanto a la población infantil como adulta, adaptando los programas de tratamiento a las necesidades específicas de cada paciente.
El abordaje logopédico se fundamenta en la aplicación de protocolos de evaluación estandarizados, pruebas diagnósticas validadas y técnicas terapéuticas basadas en la evidencia científica, lo que garantiza un tratamiento eficaz y ajustado a los objetivos clínicos.
El trabajo del logopeda resulta esencial en procesos de rehabilitación neurológica, trastornos del desarrollo, alteraciones del lenguaje en contextos educativos, disfunciones de la voz en profesionales de alto uso vocal, así como en dificultades de la deglución asociadas a diferentes patologías médicas.
Gracias a esta intervención especializada, se promueve la optimización de las capacidades comunicativas y funcionales, favoreciendo la autonomía personal, la integración social y laboral, y la mejora significativa de la calidad de vida de las personas atendidas.